Vía Crucis Bíblico de San Juan Pablo II

Link: Making of VIA CRUCIS

El Vía Crucis en formato meditación: PDF/ Flip-Book

Hace unos años se me encargó pintar un Vía Crucis para la Capilla de San Juan Pablo II del Centro de Estudios Superiores de La Inmaculada en Granada. Para esa ocasión elegí seguir el Vía Crucis Bíblico de San Juan Pablo II.

 

El Papa San Juan Pablo II propuso en 1991, en el Vía Crucis que cada año se celebra el Viernes Santo en el Coliseo Romano, un Vía Crucis nuevo basado íntegramente en el Evangelio. El comienzo de las estaciones del Vía Crucis Bíblico está fijado en Getsemaní y añade distintas escenas previas a la comparecencia ante Pilato, como –entre otras− la traición de Judas o la sentencia del Sanedrín.

Creo que lo que puede tener de diferente con otros Vía Crucis es que no ha sido pintado como una serie. Y que responde a una expresión totalmente libre. Cada escena me inspiraba un color dominante. Fui pintando las estaciones de manera salteada y en bastante tiempo. Y cada una es un cuadro en si mismo.

 

A la hora de hacerlo me inspiró mucho la película de La Pasión de Mel Gibson. También he pintado y dibujado en otras épocas a actores, pues una de mis hermanas es actriz y les he acompañado en ensayos y pruebas. Algunos de los personajes están inspirados en la obra de Peter Cámeron Las mujeres que amaron.

Primera Estación
Jesús en el Huerto de los Olivos

Jesús en el Huerto de los Olivos

Getsemaní. Cristo ora solo, en medio de la oscuridad y el frío de la noche que lo envuelven. Su manto blanco refulge. Siente angustia y miedo. Ni siquiera los suyos logran velar con él. Desde el lado izquierdo vienen con antorchas los que van a apresarlo. Dos pequeños ángeles sobre su cabeza nos recuerdan que Él no está solo. Él es uno con El Padre: «…pero que no sea lo que yo quiero, sino lo que quieras tú».
— Constanza L. Schlichting
Segunda Estación
Jesús es traicionado por Judas y arrestado

Jesús es traicionado por Judas y arrestado

Cristo, reunido con sus discípulos por última vez con un manto rojo que nos habla de su pasión, sujeta el pan y el vino. Juan apoya tiernamente su cabeza en el hombro del maestro. Los discípulos permanecen en el lado de Jesús, rodeados del color amarillo, mientras Judas con el rostro enfadado, sobre fondo oscuro y con un predominio del verde, se dispone a traicionar a quien no se comportó como el liberador que él esperaba: «Lo que vas a hacer, házlo pronto» (Jn 13, 21-33. 36-38).
— Constanza L. Schlichting
Tercera Estación
Jesús es condenado por el Sanedrín

Jesús es condenado por el Sanedrín

Cristo, como cordero humilde ante el Sanedrín. Éste aparece representado con enérgicas líneas negras y blancas que simbolizan la rectitud de la ley y recuerdan el talit judío. En esta escena dominan las líneas rectas horizontales y verticales.
— Constanza L. Schlichting
Cuarta Estación
Jesús es negado por Pedro

Jesús es negado por Pedro

Pedro se calienta junto a una hoguera en un patio, el color cálido envuelve la escena. A la izquierda una mujer, en rosa, dice a Pedro: «También tú estabas con Jesús de Nazaret» El lo niega. El gallo, fundido con las llamas de la hoguera, canta. Y Pedro se lleva las manos al rostro y llora amargamente. La negación de Pedro, es distinta de la de Judas, la calidez de los colores quiere indicar un reconocimiento de amor, implícito en su llanto. «Tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero» (Jn 21, 15-19) «…y rompió a llorar» (Mc 14, 66-72).
— Constanza L. Schlichting
Quinta Estación
Jesús es juzgado por Pilato

Jesús es juzgado por Pilato

Aquí Pilato es un hombre cualquiera, aparece sin ropajes. «No tendrías ningún poder sobre mí, si no se te hubiera dado de arriba» (Jn 19, 11) El tono oscuro simboliza el peso que siente Pilato sobre sí. Sentado, apoyado sobre sus rodillas medita sobre este extraño hombre que tiene ante sí. «¿Qué es la verdad?» (J 18, 38) Detrás de él, Cristo con manos atadas y cabeza baja. La luz que viene de lo alto y se transforma en distintos colores indica quién es la verdad (Lc 23, 1-4. 23-24).
— Constanza L. Schlichting
Sexta Estación
Jesús es flagelado y coronado de espinas

Jesús es flagelado y coronado de espinas

Jesús en el centro es una herida. A su alrededor golpes, latigazos, burlas. Una masa informe lo acosa. A la derecha una figura como con una máscara y cuernos, símbolo del mal. Predominan los tonos fríos y las líneas duras y negras.
— Constanza L. Schlichting
Séptima Estación
Jesús carga con la Cruz

Jesús carga con la Cruz

Es nuestro propio Dios el que casi no puede más por el dolor, por el peso de nuestro pecado, por el dolor del mundo entero que toma sobre sí en este momento. Momento oscuro, sólo de su cuerpo entregado, que carga la cruz, surge una calidez. Lo flanquean los centuriones.
— Constanza L. Schlichting
Octava Estación
Jesús es ayudado por el Cirineo a llevar la Cruz

Jesús es ayudado por el Cirineo a llevar la Cruz

Cristo, con la cabeza y el rostro bañados en sangre no puede con el peso de la cruz. Entonces le encargan a uno que pasaba por ahí, SImón de Cirene, que lo ayude. El hombre “indigno”, se convierte así en colaborador del misterio de la Salvación. La Cruz compartida. El hombre y Cristo forman así una sola cosa.
— Constanza L. Schlichting
Novena Estación
Jesús encuentra a las mujeres de Jerusalén

Jesús encuentra a las mujeres de Jerusalén

Cristo, en el centro, llevando la Cruz. Las mujeres lloran y se agachan en actitud de ayuda. Su frase: No lloréis por mi, no es una sentencia, es su conocimiento de todos los dolores y sufrimientos del mundo. Hay una suavidad en esta escena en la que dominan los rosas de los ropajes.
— Constanza L. Schlichting
Décima Estación
Jesús es crucificado

Jesús es crucificado

Junto a dos malhechores es crucificado, y junto a muchos más hombres, junto a todos los que sufren en toda la historia del mundo. En esta hora se hizo de noche y la tierra tembló. Por debajo de la Cruz una serpiente representa al mal y la muerte vencidos. Pues Él murió para resucitar.
— Constanza L. Schlichting
Undécima Estación
Jesús promete su Reino al buen ladrón

Jesús promete su Reino al buen ladrón

La cruz se alarga, como si fuese una sola. El destino del buen ladrón queda unido a Cristo. «Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso». El fondo verde y la luz en torno al cuerpo del Señor, simbolizan la Esperanza y la Resurrección.
— Constanza L. Schlichting
Duodécima Estación
Jesús crucificado, la Madre y el Discípulo

Jesús crucificado, la Madre y el Discípulo

Cristo, deshecho, se vuelve a su madre y a Juan que alzan la mirada suplicantes. Y quedan a partir de entonces como una sola cosa.
— Constanza L. Schlichting
Decimotercera Estación
Jesús muere en la Cruz

Jesús muere en la Cruz

El abrazo vencedor. En la escena, aún en medio de los tonos oscuros, predomina la luz blanca vertical que preconiza la Resurrección. Todo quedó a oscuras en aquella tarde, pero La Luz entró en las entrañas de la tierra.
— Constanza L. Schlichting
Decimocuarta Estación
Jesús es depositado en el Sepulcro

Jesús es depositado en el Sepulcro

Jesús es depositado en el sepulcro. Y la luz entró en la tierra… El Dios hecho hombre, el sentido de la historia, la verdad… Como en la estación anterior, la luz nos habla ya de la Resurrección, sin la cual, no tendría sentido su Pasión.
— Constanza L. Schlichting